
“Somos lo que hacemos cada día.
De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito.”
– Aristóteles –
Creo que es posible alcanzar un estado de plenitud y grandeza personal que, extrapolado a la faceta laboral, nos hace ser profesionales excelentes.
Existen aptitudes y talentos que son susceptibles de entrenamiento, y hay “dones” que brotan, se desarrollan y maximizan a raíz de un despertar interior.
Trascendemos el ego, descubrimos nuestra vocación y logramos el equilibrio entre la razón, la emoción y el alma.
Mis conferencias y cursos se adaptan a las necesidades específicas del cliente, ajustándose en contenido y duración a las circunstancias del profesional o empresa.
En todas estas actividades aplico mi Modelo CPC de Excelencia Profesional, ayudando a las personas a reencontrarse con su esencia a través del autoconocimiento y la optimización de su talento natural. Así, alcanzan sus objetivos y logran la plenitud, convirtiéndose en profesionales excelentes.
- Confianza en el potencial y los recursos de cada persona.
- Pasión por comunicar, organizar, planificar, transmitir, inspirar, motivar, aprender… ¡vivir!
- Compromiso con los principios y objetivos de cada profesional.
Los modelos de excelencia aspiran a evaluar la calidad de las empresas. El Modelo CPC se distingue por centrar el análisis en las personas que integran esas empresas, poniendo el foco en la vocación, el propósito y el valor diferencial de cada profesional.